En este caso slo tenemos una imagen del ojo a la que tapamos los nombres de las partes.
El primero y más eficaz
instrumento de observación utilizado por el ser humano ha sido
nuestro ojos. Se trata de uno de los órganos más delicados y
complejos que posee el organismo humano. Unos ojos sanos y sin
defectos nos permitirán observar multitud de objetos de
la bóbeda celeste, así como memorizar casi sin esfuerzo
incluso configuraciones complejas de estrellas.
Aunque
pueda parecer trivial, antes de utilizar ningún otro
instrumento de observación, debemos pararnos cierto tiempo a
observar con nuestros ojos la bóbeda celeste. Descubrir y
familiarizarnos con las diferentes constelaciones, la vía
láctea, diferenciar una estrella de un planeta, aprender a
orientarnos en el firmamento, son labores que requieren su
tiempo de observación. Nada mejor para esta terea que disponer
de tiempo, paciencia y un par de ojos.
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